sábado, 21 de noviembre de 2015

¡MITOS SOBRE LA DIABETES!

El alcohol se absorbe y metaboliza en el hígado. Allí, entorpece la capacidad que tiene este órgano para transformar el glucógeno en glucosa lista para usar. La imposibilidad de pasar de glucógeno a glucosa provoca un descenso rápido de la glucemia. Así pues, el principal riesgo de la ingesta de alcohol en una persona con diabetes es sufrir una hipoglucemia. Si además, la persona hace ejercicio, como bailar, el riesgo aumenta.
Por otro lado, las hipoglucemias producidas por consumo de alcohol no se corrigen con glucagón, por lo que la única solución es comer y aportar azúcar.
Un tercer punto importante es que siempre existe el riesgo de hipoglucemia tardía. Estas hipoglucemias tardías pueden aparece hasta 36 horas después de haber bebido, y pueden ser moderadas o intensas en personas que han comido poco o nada.
Por último, es importante conocer que la ingesta de alcohol entorpece la percepción de la hipoglucemia. Puede ser que la persona con diabetes no note que está teniendo una bajada de azúcar. Además, los síntomas de la hipoglucemia pueden ser similares a los de la borrachera, con lo que la persona puede notar síntomas que atribuya al efecto del alcohol y que se deban en realidad a una bajada de azúcar.

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